17 trepidantes días vikingos

Ya terminaron aquellos 15 días de luto en el que cuatro poblados vikingos nos reunimos por la muerte de nuestro amado rey Aslag.

Pero los días de luto de luto vikingo no fueron tristes o apagados, ¡ni mucho menos! Fueron días llenos de alegría, de actividades y de movimiento demostrando siempre la sangre vikinga de la que tan orgullosos estamos .

Todo comenzó el día 15 en el que hicimos el tradicional ritual vikingo conmemorando a nuestro rey Aslag y despedirnos de él río abajo. Todos los pueblos estábamos allí reunidos y comenzamos a acomodarnos en la zona ya que pasaríamos allí bastantes días conviviendo.

Una zona en la que teníamos las ventajas de una llanura para realizar juegos y las de una zona boscosa en la que descansar, comer y realizar actividades.

Cada pueblo se asentó en un lugar de la campa diseñando su propia estructura de poblado con madera y cuerda pita. Demostramos nuestro arte vikingo en las construcciones con puentes levadizos, majestuosas entradas, altas atalayas, imponentes torres de vigilancia y un bonito campanario.

Tras 3 días de trabajo todos los asentamientos estaban finalizados pero poco duró nuestra estancia allí ya que, intrépidos como somos, cogimos mochilas y algunas pertenencias y nos separamos para caminar en los alrededores de la zona. Cada pueblo anduvo por distintos fxcm lugares en busca de cascadas, de escarpadas montañas, de relajantes ríos en los que bañarse, de valles y desfiladeros por los que cruzar, pero todos coincidimos en un punto común: la cascada de Pedrosa de Tobalina en la que todos parábamos para admirar y reponer fuerzas.

Exhaustos tras nuestras andaduras volvimos a reunirnos todos nuevamente en el campamento.

Tuvimos suerte de tener con nosotros un sabio hechicero que cada mañana nos predecía lo que iba a ocurrir durante el día. Sus conjuros y experiencia de la naturaleza nos guiaban para continuar con nuestras actividades.

¡Y qué actividades! Estudiamos las runas, trabajamos el cuero, nos mezclamos con la naturaleza, decoramos nuestros cuerpos e hicimos numerosos rituales a nuestros dioses nórdicos. Y no podemos olvidarnos de nuestro deporte estrella vikingo: el jugger. Un juego en el que todos podían demostrar su destreza en la lucha ya sea físicamente o estratégicamente.

Muchas horas fueron las que allí invertimos compitiendo entre los pueblo. Y es que, como vikingos que somos, el espíritu de lucha está dentro de nosotros.

Muchos talleres, juegos, canciones y sobretodo muchos baños en el río Ebro se alternaban por toda la campa junto con las actividades más características de los campamentos de verano:

Hubo días de servicio en el que Pioneros, mejor conocido como el pueblo de Harald, trabajaron en servicio de Palazuelos de Cuestaurría arreglando una cena de baño al lado del río Jerea.

Hubo días de vivacs en el que el pueblo de Aslaug (Ranger) se dividió por grupos para desarrollar sus habilidades de supervivencia durante 24 horas en la naturaleza.

Hubo muchos días de juegos y canciones con el pueblo de Gustaff, también llamados Lobatos, que durante horas disfrutaban incansables todos juntos.

Hubo momentos de reflexión por parte de los Rovers o, mejor llamados, pueblo de Markag, que aprovechaban ocasiones para trabajar sobre cosas importantes del Escultismo.

Son muchas las actividades que hemos realizado, como el día del agua, un día en el que cada pueblo aprovecha para realizar una multitud de juegos en las que, como el propio nombre indica, está implícita el agua. Y es que todos deseábamos que ese día llegase para refrescarnos del Sol que tanto nos ha acompañado durante este campamento.

¡Y no podemos olvidarnos de las Pruebas Herbert! Todo un evento que la Tropa hace un increíble despliegue físico y mental ya se de manera individual o por Patrullas. Esta actividad que ocupa un día entero tiene su culmen en la gymnaka de pruebas, en la que todos los pueblos paran las actividades para presenciar tal competición y hacer apuestas sobre quien será el ganador de este año.

Poco a poco el campamento avanzaba y llegaba el día de grupo. El hechicero nos reunió para avisarnos de que una terribles duendecillos acechaban el lugar y necesitábamos 7 bolas para resucitar a nuestro legendario héroe. Todos los pueblos nos fusionamos y creamos pequeños grupos en las que cada uno se identificaba con un elemento de la naturaleza y una habilidad.

Cada grupo se encargó de conseguir la bola de su elemento desarrollando una serie de pruebas. Por la tarde todos esperamos ansiosos la llegada del “Torneo de Jugger” en el que todos los elementos compitieron en partidos eliminatorios dando lugar a un ganador.

Y antes de la caída del sol reunimos las 7 bolas e hicimos el ritual de resurrección con resultado más que satisfactorio ya que, entre las sabanas resurgió nuestro aclamado héroe.

Esa misma noche todos nos reunimos en un circulo alrededor de un fuego a las afueras del campamento para cantar canciones y algún pequeño baile. Pero, en mitad de una canción, algo hizo callar a todo el mundo: era sonido de unos tambores en la lejanía.

Y junto a los tambores comenzaron a aparecen luces de antorchas. Unas por el fondo, otras por lados. Poco a poco fueron acercándose y el sonido de los tambores se hacía más fuerte hasta que por fin pudimos distinguir quienes eran: una tribu india.

Vinieron realizando bailes y se llevaron a una responsable con ellos: Maria J. Montada en una canoa con dos indios se alejó en el río y desapareció de nuestra vista.

Se trataba de la Totemnización, un paso más en el Eescultismo que desde hace mucho tiempo no se realizaba en Antorcha y era desconocido para muchas personas.

La noche siguiente tuvimos mucho que celebrar. ¡Y qué mejor forma de celebrarlo que con una buena fiesta!

Fiesta que el Comité de Padres organizó para todos nosotros como cada año. Crearon una zona de baile con luces y música entre la oscuridad de la noche. Todos disfrutamos mucho de aquel momento y les agradecemos mucho esta actividad en la que lo pasamos en grande.

Al dia siguiente fue el turno del reencuentro; el dia de las familias. Chavales, responsables, padres y madres, hermanos, tíos, abuelos, antiguos miembros… Todos nos reunimos allí para pasar un día juntos comiendo y consiguiendo chirimichis en los diferentes juegos para la conocida subasta final con fabulosos regalos. Es un dia en el que el campa se llena de la alegría y buen ambiente de toda la familia del Grupo Scout Antorcha.

Se acercaba el final del campamento y llegó el día de las ceremonias. Un momento muy importante y con mucha carga simbólica y sentimental en el que cada uno ve los frutos de su trabajo durante el año ya sea con pistas de Baloo, territorios, retos y roles, cueros y PPV’s.

Dentro de estas ceremonias pudimos ver cosas tan importantes como la Promesa Scout, un paso muy importante del Escultismo que llevaron a cabo Edgar, Leire y Laura delante de todo el grupo. Fueron unas ceremonias tan completas que hasta hubo una renovación de Promesa por parte de Baloo.

Todo esto junto con muchos pases de rama hicieron de las ceremonias un momento muy emotivo en el que a alguno se le escaparon algunas lagrimillas.

Poco más quedaba por hacer. Despedimos al clan Ubuntu que se marchaba un poco antes del fin del campamento a un encuentro en Italia junto a otros Scout.

Y, tras las últimas actividades, comenzamos a desmontar el campamento, a dejarlo limpio limpio y perfecto como si allí no hubiera habido nadie. Es mala aquella fama de que los vikingos arrasamos todo a nuestro paso. Hicimos varias batidas para asegurarnos de que allí no quedaba ni un papel. Cargamos todo al camión y esperamos la llegada de los autobuses que por desgracia significaba el final de nuestro campamento vikingo.

Nos despedimos de aquella campa que durante 17 días había sido nuestro hogar y en el que tantos momentos habíamos pasado y, en un abrir y cerrar de ojos para muchos que se quedaron dormidos, ya estábamos en Burgos viendo como muchísimos padres echaron una mano a descargar el camión; cosa que les agradecemos enormemente ya que hicieron todo mucho más fácil.

Besos, abrazos y despedidas entre unos y otros ya que, hasta dentro de un par de meses no nos íbamos a volver a ver hasta que comenzara nuevamente el comienzo de la nueva ronda.

Y como no queremos que se os olvide nada que hayáis hecho este campamento durante estos 17 dias hemos estado recopilando con nuestras cámaras muchas y así sacaros algunas sonrisillas extra. Nos veremos todos dentro de poco. Hasta entonces…..

¡Buen verano y que disfrutéis mucho!