Después de la ansiada espera llegó el momento de comenzar la aventura.
El viernes 17 de Julio iniciamos el viaje por separado, Maria y Verónica cogieron un bus que las llevaría a Barcelona y de allí un cercanías hasta Gerona desde donde salía el vuelo a Londres.
El resto del clan salieron desde Burgos en un coche alquilado hacia Gerona. Nos reunimos todas en el aeropuerto de Gerona y esperamos toda la noche hasta el embarque con destino Londres.
Una vez en Londres cruzamos la ciudad en tren debido a la gran distancia entre los aeropuertos de Stansted y Heathrow.
Llegamos a Heathrow y volvimos a esperar hasta coger el vuelo que nos llevaría a nuestro deseado destino, Islandia, en el aeropuerto ya comenzamos a ver montones de scouts que como nosotras esperaban su avión hacia Reijkiavic.
Llegamos al aeropuerto de Reijkiavic a las 23.30 hora española, y allí nos recogieron unos chicos de la organización del roverway y desde allí montamos en un autobús hasta el colegio donde pasaríamos las dos noches siguientes.
El día 20 por la mañana nos levantamos nerviosas y emocionadas y cogimos las mochilas y nos dirigimos al punto de encuentro desde donde salían los autobuses hacia la Universidad de Reijkiavic donde se celebraría la ceremonia de inauguración.
Allí nos dividieron por tribus según las distintas rutas elegidas y después de juegos típicos de los diferentes países miembros de nuestra tribu dio comienzo la ceremonia de apertura, la cual nosotras vimos desde la primera fila.
Fue un acto muy emotivo, simbólico y donde nos dimos cuenta de que estábamos rodeadas de miles de scouts.
Tras esto comenzó nuestra ruta, los miembros de nuestra tribu eran clanes de: Portugal, Francia, Irlanda del Norte, Suecia y la República Checa, además de nuestro team líder, Oli, y un matrimonio de origen Islandés.
En la ruta disfrutamos de los fantásticos paisajes de Islandia, subimos dos montañas, nos bañamos en un lago cuyo agua estaba entre 8 y 10 grados centígrados, estuvimos en un refugio natural echando abono a los pinos, nos bañamos en las piscinas termales, vimos un glaciar, geisyrs y unas maravillosas cascadas.
Fueron cuatro días increíbles.
Tras esto nos dirigimos a Althingui, el campamento base donde nos reuniríamos con el resto de scouts. Al llegar montamos las tiendas y acudimos a la ceremonia de apertura del campamento donde de nuevo sentimos la grandeza de nuestro movimiento y nos reunimos con los otros clanes de Burgos y nos contamos nuestras batallitas.
En Althingui realizamos todo tipo de actividades: navegamos por el lago en canoa, jugamos al fútbol, aprendimos a vivir como los antiguos vikingos, hicimos fuego y palomitas de maíz, y jabon natural, aprendimos nuevos secretos de la naturaleza, aprendimos a hacer cremas con plantas y flores, construimos instrumentos musicales con materiales reciclados,y aprendimos cosas sobre las nuevas tecnologías y la ciencia, estuvimos en unos talleres de pasadores y masajes y otras muchas actividades y juegos.
Por las noches nos juntábamos con la tribu y con el resto de scouts y hacíamos fuegos de campamento. También hubo una especie de verbena y algún que otro conciertillo donde quien quisiera podía salir a cantar, bailar o contar un chiste, lo pasamos genial.
Otro de los días que más nos gustaron fue el Carnival Day donde cada país exponía su gastronomía típica y sus costumbres, aprovechamos este día para intercambiar insignias y pañoletas con otros scouts.
Después de todos estos intensos y fastuosos días llegó el triste momento de la despedida, nuestros nuevos amigos volvían a sus países de origen y se terminaba el Roverway con la ceremonia de clausura. Con lágrimas en los ojos, besos y abrazos decíamos hasta pronto a nuestros compañeros de aventura a los que esperamos volver a ver.
Para poner fin a nuestro viaje pasamos un día visitando Reijkiavic donde subimos a un barco y vimos ballenas y nos dirigimos a Londres donde pasamos otro gran día visitando la capital inglesa.
Desde allí cogimos nuestro último avión hacia Barcelona donde nos esperaba la Secretaria del Consejo de Scouts MSC, Noelia, que muy amablemente nos enseñó la sede de MSC.
Tras esto montamos en el bus que nos llevaría de vuelta a nuestro Burgos, poniendo fin definitivo a una experiencia que marcaría nuestras vidas como personas y como scouts y miembros de este gran movimiento.
Ah, ya podeis ver alginas fotos de nuestras aventuras haciendo click aquí.