Vaya fin de semana!

Este fin de semana todo el grupo: padres, chavales y responsables, hemos estado de salida en la hospedería cántabra de Montes Claros. Más de 80 personas nos hemos juntado y hemos pasado dos días realmente estupendos.

Hemos visitado una colegiata románica, un poblado cántabro, una ciudad romana, hicimos un juego nocturno, una marcha por el monte Hijedo pero, sobre todo, lo hemos pasado realmente bien, conviviendo todos los que formamos esta gran familia que es el Grupo Scout Antorcha.

Ya están colgadas las fotos de la salida, aquí.

El sábado tuvimos que madrugar un poco para salir y, tras un accidentado viaje (con parada de la benemérita y una rueda que dijo que no rodaba más incluidos), llegamos a la primera parada de la salida: Cervatos.

Allí pudimos ver una colegiata románica, e informarnos un poco más acerca de este arte en la provincia cántabra.

Después tuvimos una demostración virtual de cómo se construían estos templos y comprendimos la dificultad de estas construcciones sin los adelantos de hoy en día.

Una parada obligada para comer y coger fuerzas, que la tarde iba a ser intensa.

Para iniciar la tarde, visitamos un poblado cántabro de la edad de hierro y nos explicaron un poco de esta cultura primitiva.

Luego nos dividimos en dos grupos y, mientras unos íbamos siguiendo un GPS, otros visitaban el asentamiento romano de Julióbriga.

Por fin, a eso de las 7.30, llegamos al albergue. Una cena calentita y un poco de descanso, que no nos venían mal. Pero poco, porque enseguida comenzamos un juego nocturno buscando una caja fuerte que nos había sido robada.

Luego tuvimos la presentación oficial de la web del grupo y, antes de ir a dormir, hicimos la ya tradicional «tertulia nocturna hidratada».

Entre que esta tertulia se prolongó un poco, y el cambio de hora, a la mañana siguiente algunas caras pedían socorro. Pero nada que una buena marcha por el monte con almuerzo incluido no arregle. Y vaya si lo arregló, porque la verdad es que sudamos la gota gorda.

Ya después de comer, llegó la hora de volver a casa para descansar un poquillo antes de trabajar al día siguiente.

Hay que destacar, sobre todo, el buen ambiente, el buen humor y la alegría que se respiraba en el ambiente durante toda la acampada. La verdad es que lo pasamos muy bien y nos sentimos muy agusto. A ver cuando lo repetimos, que ya hay alguna propuesta por ahí.

Buena Caza

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